domingo, 16 de noviembre de 2008


Me gusta José Agustín Goytisolo.
Partiendo de esta premisa, me permito acudir a las grandes posibilidades que internet me ofrece para copiar-y-pegar dos poemas, que darían pie a un sesudo comentario de cómo una persona, según su estado de ánimo y sus circunstancias vitales del momento pueden llevarle a escribir en registros aparentemente tan distintos y distantes.

QUIERO TODO ESTO

Quiero ser informado de todo lo que ocurre al más alto nivel
Quiero ver a la gente uno por uno
Quiero que me amnistíen por todo lo que pienso hacer de
ahora en adelante
Quiero entrar en los cines sin pagar
Quiero que una persona de fiar escoja mis camisas y nunca se
equivoque
Quiero un informe sobre el comportamiento sexual de los
sexólogos
Quiero que los cocineros no sean obscenos
Quiero que ordenen llevar camisa azul a todos los que en su
día la llevaron
Quiero que no me den gato por liebre
Quiero que el socialismo vaya sin más directamente al grano
Quiero aprender inglés en 15 días
Quiero saber con precisión exacta la verdadera forma del
Universo
Quiero que los croissants siempre estén calentitos y sabrosos
Quiero misas de culo y en latín
Quiero saber si el papel higiénico de la Real Academia limpia
fija y da esplendor
Quiero ser la Madre Abadesa
Quiero que se prohiban los canalones y la plusvalía
Quiero que el Imperio Romano no siga decayendo de este
modo
Quiero que fichen a la policía
Quiero comer Potitos Bledine
Quiero el control de natalidad con carácter retroactivo
Quiero que se sepa que el Presidente de U.S.A. barre para su
casa de una manera descarada
Quiero amor
Quiero lanzarme en plancha y rematar marcando el sexto gol al
Real Madrid
Quiero que Manolo no se quede calvo
Quiero saber si alguien me está robando los calzoncillos
Quiero entablar un Juicio
Quiero volver a merendar en la terraza con mis primas y Tía
Catalina
Quiero que me homologuen en Ohio
Quiero que alguien me nombre su Delegado en el Exterior
Quiero que Reus sea puerto de mar
Quiero que me devuelvan la gabardina que me quitaron el 17
de Noviembre de 1949 en el Cine Carretas
Quiero que Dios exista
Quiero que los Catedráticos de estética no sean tan feos
Quiero ser de derechas
Quiero jugar al mus
Quiero que no menoscaben mi integridad
Quiero tener aparcamiento reservado dondequiera que vaya
Quiero bailar rock
Quiero que le salga un sarpullido al Santo Padre
Quiero una mantita en la barriga a la hora de la siesta
Quiero que se firmen todos los acuerdos
Quiero destituir a Bing Crosby de un modo fulminante
Quiero fugarme con la morterada
Quiero comer centollo con Julia y con la Ton
Quiero triunfar como una bestia
Quiero que no se me invite otra vez a disolverme pacíficamente
Quiero que emplumen a San Valentín
Quiero que Cataluña llegue hasta el Tirol
Quiero un felpudo igual que el del vecino
Quiero considerar seriamente la posibilidad de que me
expulsen de cualquier país
Quiero unas garantías mínimas
Quiero que se suprima la circulación periférica
Quiero que en las cajas de quesitos hayan más quesitos
Quiero a las Islas Filipinas
Quiero que se eliminen las condiciones objetivas ya que por
culpa de ellas todo sale mal
Quiero que no tiren más a nuestras mujeres
Quiero tirarme a alguien
Quiero controlar el gasto Público partida por partida
Quiero ser bueno
Quiero que se me paguen daños y perjuicios
Quiero que cada pueblo tenga el gobierno que no se merezca
Quiero que no me avergüencen más en las autopistas
Quiero que no haya clase obrera
Quiero que trasladen las Fallas de Valencia
Quiero que no vuelvan los buenos tiempos
Quiero revolcarme en la alfombra del Hotel des Templaires
Quiero ser hábilmente interrogado para cantarlo todo a la
primera friega
Quiero sardinas en escabeche y pan tostado con aceite y sal
Quiero ascender por méritos de guerra
Quiero que se me incapacite legalmente para no ser ya nunca
responsable de nada
Quiero que no me maten la ilusión
Quiero que no vuelvan a salir goteras en el techo
Quiero que todo el mundo cobre más
Quiero que no se me hinche la barriga
Quiero que me convenzan
Quiero un poco de caridad cristiana
Quiero que todos pasen por el tubo
Quiero un nuevo cepillo de dientes.

Quiero todo esto.
Yo no puedo seguir viviendo así:
es una decisión irrevocable





EN ESTE MISMO INSTANTE...

En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado
tan sólo por amar
la libertad. Ignoro
dónde vive, qué lengua
habla, de qué color
tiene la piel, cómo
se llama, pero
en este mismo instante,
cuando tus ojos leen
mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios
para no denunciar
a los amigos. ¿Oyes?
Un hombre solo
grita maniatado, existe
en algún sitio. ¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo,
el dolor de su cuerpo
repetido en el tuyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?
Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienen maniatados

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me he reído de buena gana con los quiero de Goytisolo.

Es tan triste el otro poema... esta noche al regresar a casa, he visto como un hombre se arreglaba una "cama" en un rincón de un edificio, no tenía aspecto de mendigo, al menos de mendigo de tiempo, he contenido las ganas de acercarme y preguntarle algo... pero que podía hacer? mi cabeza daba vueltas y vueltas... ya una vez llamé a los servicios sociales y me dijeron que muchos no querian estar en los albergues, y además allí solo se puede estar 15 días, pero como puedo dormir tranquila, hace frío por las noches, y aquel hombre en el suelo... cuantas cosas me sobran... y aquel hombre en el suelo... Lakshmi.

Ángel Fondo dijo...

Me apabullaron tantos “quiero”, aunque supongo, con admiración, que él lo hizo con toda la intención. Por otro lado está la tentación, estimulada tras la lectura del poema, de continuar queriendo, interminablemente, adicionando cada lector los propiamente suyos (enorme tentación); en mi caso yo quiero dejarlo para mañana (carajo, ya se me escapó un quiero). Esto demuestra que uno no es el único que controla sus decisiones.
El otro poema toca un tema demasiado grave como para verme capaz ahora, después de la tontería que dije anteriormente, de comentarlo, por eso lo dejo así, con toda su capacidad intacta para remover conciencias, para espolear el corazón de los que seguimos creyendo en el inmenso poder de la palabra como arma.

Hasta pronto, mi querido amigo Quercus.

Quercus dijo...

Al igual que a ti te ha sucedido, me sucedió a mí : me entraron unas ganas casi incontrolables de ponerme a recitar mis propios “yo quiero”; no lo hice en aquel momento de una forma escrita y estructurada pero sí comencé de una manera mental a elaborar una lista de deseos y de reafirmaciones. Creo que en algún momento lo haré y te invito e invito a quien esto lea a que lo ensaye también. Me parece que la forma en que lo hizo Goytisolo es la adecuada, quiero decir: sin filtros, ni prioridades, mezclando cuestiones banales con otras transcendentes, como un ejercicio de tormenta de ideas desde la libertad del deseo y el pensamiento unidos.
Aclaración: la repetición de una palabra o un grupo de palabras al comienzo de cada verso se llama anáfora, te confieso que no me acordaba del nombre de ese recurso poético (¡nos queda tan lejano el bachillerato!) pero me ha picado la curiosidad y lo he rescatado del olvido, junto a un poema que lo ejemplificaba:

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra, ni a la nada.

Miguel Hernández

monicalvarez dijo...

Así es Quercus.Los diferentes estados de ánimo condicionan los textos.En uno,el autor maneja la ironía y se centra más en el sí mismo.El otro,es más doloroso.Este último lo sentí más próximo por vivencias históricas y personales que viví. También suelo utilizar con frecuencia la anáfora en mi poesía.
Un abrazo desde Chile

angela dijo...

Gracias por saber a quien me refería gracias y, de nuevo, gracias por venir hasta mi blog y dejarme tu comentario con el cual estoy de acuerdo. Y, ahora decirte que me gusta tu blog y que volveré. Yo, tan sólo quiero eradicar lo que no nos hace ser civilizados con nosotros mismos y con nuestros semejantes.Me apetece que el egoísmo de paso a la solidaridad con quien la necesita...¡Tantas y tantas cosas!que en estos tiempos que corren parece que ya no hacen faltan!.Un saludo.Angela