viernes, 1 de enero de 2010


Viva el Cola-Cao


Hoy comienza el año 2010 y anoche la televisión pública no dejaba de publicitarnos machaconamente que se acababa la publicidad.


Lo hacía de una forma que no sabías si celebrarlo o vestirte de luto.


Es verdad que insistieron en que de ahora en adelante se podrán ver las películas de tirón, lo cual agradecemos los que andamos casi tuteándonos con el señor Alzheimer, por lo menos en lo que a la memoria se refiere, pero por otra parte a este mismo sector que se sitúa entre la tercera y la eterna juventud nos va a obligar a recordar, paradójicamente, cuál era la marca que anunciaba nuestra siempre guapa Concha/Conchita Velasco para las pequeñas pérdidas de orina.

Me consuelo pensando en que como no va a variar mucho el nivel cultural de las emisiones no habrá problemas y podremos despegarnos del sofá para realizar tan básicas funciones fisiológicas y hasta ponernos una buena peliculilla conseguida por los habituales medios anti-sgae (la guerra es la guerra y ésta, la del libre intercambio, como tantas otras también la perderemos, con resignación pero luchando).

Lo dicho, que ayer, la tele, al mismo tiempo que nos bombardeaba con la buena nueva, nos ofrecía un resumen de eso que llaman “cortes publicitarios” realmente ingeniosos y divertidos, removedores de nostalgias. No sé si hay gato encerrado, pareciera como si los responsables del ente tuvieran miedo de que no fueran capaces de llenar todo el tiempo con una programación informativa, formativa y lúdica que es para lo que debería estar una televisión pública sufragada a escote por los sufridos contribuyentes.

Quedaría así entreabierta la puerta a una necesaria vuelta a los orígenes o a la implantación de un modesto canon para compensar la pérdida de ingresos.
No he leído los periódicos de estos días y supongo que se habrán publicado sesudos análisis sobre el tema. Yo así, a vuela pluma, y sin “referencias críticas ni argumentales” me quedo con el mosqueo a la espera de acontecimientos.

Por lo pronto me parece bien, pero, por si acaso, digo aquello de “la medida me parece insuficiente porque no se abordan los problemas de fondo, los estructurales y los otros (que ahora no se me ocurren pero que están) y que éste es un primer paso, pequeño para el hombre pero grande para la humanidad televidente. Amén.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Javier. Soy Jordi (Matalafer). Me gusta tu artículo irónico y mordaz. Pero al igual que la educación, el sistema judicial, etc. la televisión está al servicio del sistema económico y político que la sustenta. Cualquier reforma que se haga, desde cualquier sistema, es para perpetuarla. No tengo mucha fe en que la televisión sea formativa e informativa. En todo caso es un medio adoctrinador y desinformativa. Lo de lúdico... es posible, véase fútbol, por ejemplo. De cualquier modo parece interesante tu blog. La pregunta es: ¿cómo hacer para que estos artículos se estructuren en una red más amplia que tenga cabida un pensamiento crítico, reivindicativo y de denuncia? Un abrazo. Salut.

Quercus dijo...

Quercus dijo...
Jordi, compañero, ha sido una verdadera alegría encontrarte por estos pagos.
Estoy absolutamente de acuerdo contigo en que un medio tan poderoso como la televisión haya sido y continúe siendo el arma perpetuadora de la desinformación, el adoctrinamiento y la marihuana (no llega a opio) del pueblo.
A estas alturas tengo pocas esperanzas de poder cambiar el sistema, pero me consuela pensar que siguen habiendo personas como tú.
No sé, y lo siento, responder a tu pregunta.
Hay colectivos "blogueros" críticos pero no dejan de ser una minoría ínfima frente a la masa amorfa, consumidora de bazofia.
Yo aquí estoy contando mis cosillas, sin pretensiones, para una pequeña familia de amigos que me dedican su afecto al leerme o al escribir inteligentes comentarios.
Una abraçada.