jueves, 22 de abril de 2010


Salieri, ¿compositor injustamente ensombrecido?


Antonio Salieri (Legnago, 18 de agosto de 1750 - Viena, 7 de mayo de 1825) fue un compositor de música sacra, clásica y ópera y director de orquesta italiano.Pasó la mayor parte de su vida en la Corte Imperial de Viena para la que fue compositor y Maestro de capilla.

Tomó clases de violín con Tartini, fue gran amigo y admirador de Haydn, coincidió con Mozart en Viena y entre sus pupilos figuran Beethoven, Schubert y Liszt entre otros.


Yo escuché su música muy tardíamente, y por curiosidad, a través de la película Amadeus del director checo Milos Forman.


No conozco demasiado la música de Salieri, todo sea dicho.Espero que la audición del reciente disco de la mezzo Cecilia Bartoli que rescata las partituras casi olvidadas de Salieri ofreciéndonos una colección de arias dirigidas a reivindicar al compositor, me ayude a apreciarlo.


Pero no es de la película ni de la música de Salieri de lo que quiero escribir , sino de la impotencia de un músico que ocupando el alto estatus que alcanzó, y habiendo compuesto multitud de óperas, conciertos, sinfonías, serenatas…, algunas de mucho éxito en su tiempo, se siente superado indefectiblemente por sus antecesores, sus coetáneos y sus alumnos.


¿Cómo se puede competir aun trabajando mucho y poseyendo técnica y conocimiento musical con esos grandes monstruos tocados por el dedo de los dioses? Es una injusticia de la naturaleza que premie a un Mozart que sin aparente esfuerzo le brota la música a borbotones a edades en las que debería estar jugando y que muere a los treinta y un años dejando tras de sí una obra considerada sublime e inmortal.


Parece demostrado que Salieri no envenenó a Mozart, y que incluso fueron amigables adversarios; pero sí les supongo una relación tortuosa, de admiración-envidia por parte de Salieri y de respeto-desprecio por parte de Mozart quién debía considerar a aquél como un buen funcionario, sin inspiración y sin sentido del humor; un personaje gris y aburrido con algún destello de buen artesano que conoce su oficio.

Me identifico con Salieri, con su calificación de “bien” que no llega a “notable” por mucho que se esfuerce, pero que ofrece lo que tiene con generosidad para que Beethoven, Schubert y Liszt pongan su genio sobre los cimientos de sus enseñanzas.

Sólo por eso, de vez en cuando pongo alguna obra de Salieri como homenaje, imitando humildemente a Schubert que en el entierro de su maestro dirigió el Requiem que compuso aquél para su propia muerte.



Por cierto y ya en el terreno del cine, me alegro mucho de que en “Amadeus” le concedieran el Óscar a la interpretación de F.Murray Abraham (Salieri) y no a Tom Hulce (Mozart), aunque los dos se lo merecieran.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace unos años cuando vi la pelicula que citas, me entusiasme tanto, que escuchaba a Mozart a todas horas, ahora reparo, al leer lo que has escrito sobre Salieri, q ue no me tomé la molestia de buscar nada suyo, claro que por en-tonces aún no había aparecido el ordenador en casa, y todo era algo más lejano, pero voy a escucharlo.

¿De qué te quejas cuando dudas que escribes muy bien?, eres un buen comunicador, yo no te alcanzaria ni de lejos, pero si tengo en cuenta que el organismo es como es, y yo no he elegido los diez mil millones de conexiones neuronales y que ha sido puro azar, me quedo tan feliz, todo es impersonal.

Lakshmi.

Hosco dijo...

Como en música clásica estoy a lo que digas, me permito cambiar de musa, de siglo y de continente. O sea, lo normal…

Acerca del ser, del no ser, del tener, del saber, del poder y del entristecer hasta desaparecer, ayudaría conocer la opinión de la caterva que sigue:

F. Murray Abraham - ya citado-, Walter Brennan, Ernest Borgnine, Greta Scacchi, Joan Cusack, Thelma Ritter, Eli Wallach, Ellen Burstyn, John Gielgud, Joanne Woodward, Helen Mirren, James Coburn, Jeanne Moreau, J. López Vázquez, Robert Duvall, Christopher Walken, Cecilia Roth, Monica Vitti, Steve Buscemi, Maureen Stapleton, Willem Dafoe, John Goodman, Pilar Bardem, Harvey Keitel, Concha Velasco, William H. Macy, Frances Mcdormand, Philippe Noiret, Natasha Richardson, Michel Piccoli, Terele Pávez, Jean Rochefort, Dick Bogarde, Lola Gaos, Alan Rickman, Tim Roth, Maggie Smith, Tony Randall, Vanessa Redgrave, Gary Oldman, Harry Dean Staton, Dianne Wiest, Jason Robards, Kathy Bates, John Hurt, Marcia Gay Harden, Judi Dench, Gloria Grahame, Manuel Aleixandre, Vicky Peña, Agustín González, Mercedes Sampietro, Marisa Tomei, Glenda Jackson, Lola Dueñas…
…O la inconmensurable generosidad de Alfred Russell Wallace…O la de Friedrich Engels, esforzado segundo violín, como tuvo a bien definirse.

Saludos.