viernes, 27 de noviembre de 2009


La paloma, Alberti, Serrat y yo

Me hacía memoria hace un tiempo mi hijo mayor, pero también lo recordaban los otros dos al ser consultados posteriormente, que cuando yo canturreaba la paloma en una burda imitación de Serrat, alzaban las orejas en señal de alarma: algo le pasaba al padre, algo andaba mal, algún nubarrón de tormenta, alguna oscura tristeza o enfado o algo indefinible… pero en todo caso nada bueno se cernía sobre el horizonte.

Papá cantando ese poema convertido en canción susurrada, masticada y enfatizada en ese se equivocaba sólo podía indicar que sus deseos, ilusiones, esperanzas o sueños no estaban allí, en aquel lugar y situación, que su corazón no estaba en esa casa y que el estado de confusión orientativa, temporal y vital iba tomando cuerpo…

Yo creo que no era consciente de la relación tan unívoca o biunívoca, no sé, fuera tan clara pero deben tener razón porque aún hoy, que he tenido un día gris oscuro, me he sorprendido cantando “se equivocó la paloma, se equivocaba”.

Algo de eso le debió pasar a Serrat cuando añadió ese se equivocaba detrás de cada dos versos, que como se puede comprobar más abajo no figuran en el poema original.

LA PALOMA

Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua.
Creyó que el mar era el cielo
que la noche la mañana.
Que las estrellas rocío,
que la calor la nevada.
Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón su casa.
(Ella se durmió en la orilla,
tú en la cumbre de una rama.)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sii, creo que a todos nos ocurre inconscientemente, un tararear algo ,o en mi caso, silbar, para alejar los pensamientos molestos que cruzan por la descuidada mente,

Si, digo descuidada, como un campo sin amo, como una tierra sin cultivar. Recuerdo a mi abuela, que lo que más le preocupaba era que las "tierras no estuvieran cuidadas" y por consiguiente la maleza que las invadiria,así como el esfuerzo extra para que volviesen a ser productivas.

Mientras escribo esto, me viene a la memoria, un recuerdo inolvidable, habré tenido en mi vida unos pocos así, pero este pervive con una lucidez extraordinaria, y hasta hace poco no sabía la razón , ahora sé que por unos instantes, no existió el tiempo, ni el yo, ni todo el circo que arrastra, ahora sé, que no fue lo que motivó ese momento lo importante, si no la conciencia con la que estuve plenamente en él.

Lakshmi.

Ángel Fondo dijo...

Debe ser “la paloma” musicada por Serrat una de esas canciones a las que recurre la memoria sin motivo aparente ni razón clara. En mi caso no la asocio a un estado anímico definido, más bien a una indolencia inesperada. Me sucede algo similar con “la saeta”, un cantar desbocado voceado por mí en feliz soledad, eso sí, cuando nadie me ve ni oye.
Pero los hijos saben de sutilezas referidas a los comportamientos paternos, nos podrían, si así se lo propusieran, descubrir buena parte de nuestro lado oscuro.
Bien mirado y reflexionando ese “se equivocaba” podría habernos calado en el subconsciente como si de un analgésico natural se tratara. Es similar a aquello de clamar al cielo pidiendo la llegada de la lluvia a pesar de saber que no por ello lograremos liquidar la sequia.
Y, sin duda, ambas cosas tienen una característica beneficiosa: liberarnos momentáneamente del desasosiego de no tener en nuestras manos la solución de casi nada.
Saludos, apreciado Quecus.

Anónimo dijo...

Hola Quercus, te contesto por aqui pq no puedo entrar a mi correo.no me importa pq no tengo secretos.
Está bien tu forma de vivir, con tu tortillica de patatas, tu cervecita , ect.sin necesidad de buscarle tres pies al gato.
A mí esas cosas también me gustán, a quien no, pero...tengo una absoluta necesidad de búsqueda espiritual, después de hablar contigo, me he preguntado qué quiero, que busco..
Siempre he admirado a las personas serenas, capaces de controlarse en momentos difíciles, por ahí empezó mi búsqueda, fui leyendo textos budistas, maestros espirituales hindues, se adaptaban perfectamente a mi pensamiento, he aprendido y espero seguir haciéndolo, sé que hay mucho engaño e intereses comerciales, como en todos lados, pero creo saber distinguirlo, ahora estoy leyendo los diarios de krihsnamurti, y disfruto tanto con las descripciones que hace y con los pensamientos que tiene! es belleza en estado puro, pero esto mismo a otra persona le aburre.
He querido compartir con vosotros estos sentimientos, la quietud del cerebro es una cosa extraordinaria, es mi meta.

Lakshmi.

Cambio y cierro, !forever!