miércoles, 18 de febrero de 2009
La extraña que hay en ti.
Esta película dirigida por Neil Jordan en 2007, aunque toca un tema controvertido, como lo hacía “Acusados” y cuenta con la misma sabiduría interpretativa de Jodie Foster, creo que ya está lastrada por los acontecimientos espectaculares, oscuros y con un alto precio en vidas (no precisamente de magnates) del ataque a las Torres Gemelas.
Aquí, aunque de forma muy matizada se saca a la palestra el derecho a la violencia extrema y hasta a la venganza cuando, habiendo sido víctimas de una grave agresión, la policía y la justicia actúan con lentitud o ineficacia.
O sea, ¿es lícito que una persona aplique la Ley del Talión, aquella del “ojo por ojo, diente por diente”?…o incluso que la supere extralimitándose en la aplicación de esa Ley, que aunque parezca dura trataba de evitar los excesos vengativos, estableciendo una equivalencia entre el delito y el castigo.
Este es el tema central de la película: el derecho a la defensa propia llevado al extremo, a la tenencia de armas y al uso de éstas de forma desproporcionada, a la venganza bendecida/ocultada por la misma policía…
Pero para hacernos digerible el mensaje, en todos los momentos en que la protagonista mata fríamente, encontramos una explicación plausible y hasta nos sentimos justicieramente solidarios, con ganas de ayudarle a limpiar la ciudad de tanta escoria.
Nosotros, como nuestra heroína, llegaremos a querer tener una pistola ante los tiempos que corren y defendernos de tanto enemigo potencial como nos rodea.
Y desearemos tener un amigo policía legal pero comprensivo que nos disculpe y nos ampare de unas leyes y unos jueces excesivamente laxos y permisivos.
Todos hemos oído la frase “Los delincuentes y los asesinos entran por una puerta de la comisaría y salen por la otra”.
¿Para cuando en España una ley del rifle y un Charlton Heston en vez de un juez Garzón?
Tiempo al tiempo… el espíritu USA nos irá haciendo madurar la idea a los súbditos de las colonias.
A todo esto : la extraña que hay en ti es la poseedora del cerebro reptiliano sin ataduras racionales ni culturales.
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1 comentario:
Queremos tanto a… Jodie Foster que no nos extraña que se mese el cabello extrañada por el papelito tan extraño que ha protagonizado.
Pero… para extraño, el caso del que me entero por los blogs de rtve: en Alemania han despedido a la cajera de un supermercado por utilizar un bono de 1,30 euros (uno coma treinta euros, lo escribo por si pensaban que se trataba de un error tipográfico) que un cliente había olvidado en la caja. Acusación que, para más extrañeza, nunca pudo probarse. Organización, eficacia y rectitud teutona sentenciaran los alumnos/as de los cursos de formación subvencionados en los aledaños de los cortijos de todas las galaxias empresariales. Pues miren ustedes, en esto también se equivocan esos aprendices de filibustero. Me parece que las pilas alcalinas del láser de sus “power point” están off: el organizado, eficaz y recto tribunal que ha juzgado a la cajera no ha considerado pertinente valorar que el despido era una represalia evidente por participar en la organización de una huelga por reclamaciones salariales. Qué extraño… Y más teniendo en cuenta que por las mismas fechas Klaus Zumvinkel, todopoderoso Jefe de "Correos" y del consejo de administración de varias grandes entidades alemanas, defraudó a Hacienda más de 1 millón de Euros, esquilmó y se llevó a Liechtenstein 12 millones de euros y se puso una pensión de 1,4 millones de Euros al mes. Sin embargo en este caso, la organizada, eficaz y recta justicia alemana ha tenido a bien considerar que con una multa de un millón de euros la cosa estaba más que resuelta. Así que, después de la sentencia, “herr” Zumvinkel podrá seguir dedicándose con renovado ahínco a lo suyo, que es más o menos a lo que se han dedicado cientos de ejecutivos de bancos y grandes empresas de Alemania y del resto del mundo para llevar a millones de ciudadanos a la ruina. Eso sí, sin reclamaciones salariales de por medio.
Por las noticias de los últimos días me da a mí que Madrid se parece cada día más a Alemania y lo de Valencia no tiene nombre.
Lo extraño es que me extraña que me extrañe.
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