"Ne me quitte pas" (o "¡A buenas horas , mangas verdes!")
En un escrito anterior loaba sin mesura esta canción de Jacques Brel, calificándola, como tantas otras personas, como la canción amorosa más dramática, desgarradora y bella jamás escrita. Sin rebajar un ápice su calidad y su capacidad para conmover añado ahora algunas cirscunstancias que rodearon su creación, a saber:
Él mismo la calificó como :«Es la historia de un gilipollas, de un fracasado, de un cobarde».
Yo creo que Brel no era un gilipollas, era un poquito pérfido (lo decía su amiga y también cantante Barbara) o simplemente "Humano , demasiado humano", como lo titularía Nietzsche.
Yo creo que Brel no era un gilipollas, era un poquito pérfido (lo decía su amiga y también cantante Barbara) o simplemente "Humano , demasiado humano", como lo titularía Nietzsche.
Cuenta Gonzalo Ugidos en Magazine que…"Su mujer y sus tres hijas seguían en Bruselas, pero todo París sabía de los amores adúlteros de un Brel atormentado por la culpa. La Rapsodia número 2 de Liszt y su amante, Suzanne Gabriello, inspiraron la música y la letra del Ne me quitte pas. Ella tenía 23 años cuando se conocieron, cabellos cortos y negros, ojos sombríos y una pizca de impertinencia. Fueron cinco años de ducha escocesa: ahora me voy, ahora me quedo, no volveremos a vernos, ni contigo ni sin ti. Una decena de falsas separaciones unen a Brel y a Zizou, como él la llamaba.
Cuando ella quedó embarazada, él prometió que se divorciaría, pero no aceptó la paternidad y además compartió a Zizou con otra amante. Ella intentó suicidarse y lo abandonó. Fue entonces cuando, desgarrado por el miedo, Brel escribió" Ne me quitte pas".
Cuando ella quedó embarazada, él prometió que se divorciaría, pero no aceptó la paternidad y además compartió a Zizou con otra amante. Ella intentó suicidarse y lo abandonó. Fue entonces cuando, desgarrado por el miedo, Brel escribió" Ne me quitte pas".
Conclusión, (que de eso se trata y no de un cotilleo): como en tantas creaciones artísticas o incluso científicas, es mejor contemplarlas desde tu propio yo (y tu circunstancia), apropiártelas, condimentarlas con tu imaginación o tu experiencia personal y no indagar demasiado en la vida y milagros del autor... puede ser peligrosamente decepcionante.
O, por el contrario, puede servir para desmitificar, bajar del pedestal a nuestros ídolos y situarlos en su humana dimensión, más cercana a la nuestra, y , por ello, más comprensible y cercana, más aprehensible.
Cuestión de optar: la realidad, la ensoñación…
1 comentario:
Es extraño , pero nunca he sentido curiosidad por escuchar ni conocer nada de J.Brel, quizás sea debido a que las grandes pasiones me han dado pena más que otra cosa, lo pensaba sin conocimiento, y después lo pienso con reconocimiento, :), es una hermosa manera de fastidiarse la vida, y eso no va conmigo, elijo la libertad absoluta, que es la luz más íntima, que brilla pacifica y eternamente en todo mi ser.
Lakshmi.
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